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Por muchos años el gobierno del estado de Jalisco trató de minimizar, maquillar y ocultar a toda costa el gravísimo problema de violencia e inseguridad que vivimos en la entidad, a pesar de la ardua y valiente lucha de las madres y familiares de personas desparecidas que incansablemente exigen justicia y son quienes realmente están haciendo el trabajo de búsqueda de sus seres queridos.
La barbarie y la violencia que vivimos en Jalisco ya nos rebasó y no se puede ocultar más. Jalisco ocupa el segundo lugar en el país en personas desaparecidas después de Tamaulipas y el tercero con jóvenes desaparecidos después del Estado de México. La organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (FUNDEJ), ha documentado 3,723 personas desaparecidas en 2017 y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), en su reciente recomendación emitida sobre personas desparecidas, documentó que de 2013 a 2017 suman ya 14,019 personas desparecidas en el estado.
Casi la mitad de personas desaparecidas en el país (43%) son jóvenes entre 14 y 29 años, destacando los municipios de Tonalá, Tlaquepaque, Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Puerto Vallarta, Lagos de Moreno, Tepatitlán, La Barca, Autlán de Navarro y la Huerta.
La desaparición de los jóvenes Jesús Daniel Díaz, Marco Francisco García y José Salomón Aceves Gastelum, estudiantes de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV), nos ha estremecido e indignado.
Nos preocupa de sobremanera las declaraciones y resultados sobre el caso presentados el día de ayer por la Fiscalía de Jalisco, debido a que toda investigación debe estar absolutamente respaldada en pruebas científicas y contundentes y no puede basarse sólo en “indicios” como fue presentado por la Fiscalía, abriendo la puerta a un posible cierre del caso y a la interpretación de una investigación concluida.
Es lamentable la forma en que la Fiscalía de Jalisco ha abordado este caso, generando dudas, incertidumbre y falta de credibilidad por lo que este caso amerita urgentemente de una investigación independiente con el aval de las familias, que les dé certeza a sus familiares y a toda la sociedad. No queremos enfrentarnos a otra “verdad histórica” en el país.
Nos unimos a la indignación, rabia y dolor de las familias, maestros/as, compañeros/as y amigos/as de Daniel, Marco y Salomón.
Nos unimos a la exigencia y aparición con vida de todas las personas desaparecidas en Jalisco y en México.
Atentamente,
Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, A.C.
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