Llamado a la Acción frente al Colapso Civilizatorio
Guadalajara, Jalisco, México. 18 de noviembre de 2023
Los terribles
hechos de violencia hacia pueblos enteros que estamos viviendo en varias partes
del mundo, muestran que están en
curso una serie de guerras de exterminio por parte de los países con más poder
económico y militar. En su lucha por la hegemonía mundial y el control de
recursos energéticos y materiales, están
dispuestos no sólo al despojo y expulsión de miles de seres humanos de sus
territorios sino a su total aniquilación. Se
ha instaurado un proceso de “acumulación
por exterminio”, de dominio de la vida por la violencia, facilitado por el avance de la tecnología militar donde no sólo los
ejércitos nacionales, sino corporaciones privadas y paramilitares están asumiendo mayor participación. La guerra es hoy más que nunca el gran
negocio del capitalismo.
Una política de
exterminio y ocupación es lo que vive actualmente, el pueblo palestino con más
de 11,000 asesinados por el ejército israelí en un mes tras décadas de
violencia sistemática y heroica resistencia;
Etiopía con más de 500,000 asesinatos, Ucrania, Haití, entre otros
países. Cuánto dolor y cuánta
indiferencia se vivie en el mundo.
Hoy como nunca
antes en la historia, el gasto militar para asesinar y controlar se impone
sobre los escasos recursos para garantizar salud, educación y condiciones
dignas de vida a los pueblos por parte de los Estados nación. Hoy como nunca
las leyes y convenios internacionales y las instituciones creadas para asegurar
la convivencia y la paz entre naciones han mostrado ser ineficaces. Los pueblos
estamos a merced de los más fuertes. Muy poco o nada podemos esperar ya de los
gobiernos sometidos al gran capital y al complejo militar-industrial sin
voluntad política para oponerse a la dominación y hacer valer la justicia.
Son tiempos
difíciles, pues a ese dominio de la vida por la violencia, se aúnan los
procesos de degradación socio-ambiental provocados por el capitalismo
industrial cuyos daños a nuestra madre tierra y a todo ser vivo en el planeta
son ya más que evidentes. Es tiempo de reconocer con honestidad, sin engaños, con valentía, que las múltiples crisis:
energética, de materiales, de pérdida de biodiversidad y climática nos están
llevando hacia un colapso
civilizatorio por lo que urge actuar para fortalecer
autonomías para crear espacios y territorios de vida ante la devastación y la
violencia.
Unir
fuerzas entre pueblos y movimientos, superar la fragmentación, impulsar estrategias más articuladas e
integrales para, sin dejar de confrontar al proyecto de muerte capitalista y
exigir a los Estados intervengan para frenar la violencia, avancemos
en la construcción de
opciones de vida
anticapitalistas, antipatriarcales y anticoloniales, que nos permitan afrontar
el futuro colectivo, respetando a
todas las formas de vida existentes, dejando
de mirar hacia arriba,
encontrándonos y mirándonos desde el abajo como hacen nuestros hermanos y
hermanas zapatistas.
No podemos cerrar los ojos y guardar silencio ante los
procesos de exterminio y degradación sociambiental que vivimos en México y el mundo. Alcemos la voz y unamos corazones con la convicción profunda de que otros
mundos son posibles, donde la justicia permita la paz y la vida triunfe sobre
la muerte.
Al gobierno de Andrés Manuel
López Obrador exigimos:
Rompa relaciones con
Israel y termine la capacitación y compra de armas de empresas israelíes a
fuerzas armadas de México. Aparición con vida de todas las personas
desaparecidas. Alto a la agresión y
asesinatos de defensorxs comunitarios, ambientales y de derechos humanos en
nuestro país. Basta a las
agresiones a comunidades zapatistas, a los pueblos originarios, campesios y
urbanos de nuestro país que están en lucha. Reconocer la grave
situación que se vive en el estado de Chiapas, particularmente en la Región
Fontrera, en dónde la población está siendo atravesada por multiples violencias
y graves violaciones a los Derechos Humanos, en el contexto de una cruenta disputa
por el control territorial, bienes comunes, y flujos migratorios. Exigimos ante
esto una estrategia integral de pacificaciòn que garantice la seguridad de la
poblaciòn en general.
En
el marco de nuestro 60 año de caminar, agradecemos y reconcocemos a todas las
comunidades, organizaciones, colectivas y movimientos sociales que nos han
permitido aprender y acompañarles en sus procesos, luchas, resistencia y sueños
colectivos.
Frente
a esta realidad desde el IMDEC reafirmamos nuestro caminar por la defensa de la
vida y la justicia. Nos reconocemos como un actor sociopolítico que se aferra a
la terca esperanza.
NUESTRA PROFUNDA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO Y TODOS LOS PUEBLOS HERMANOS QUE ESTÁN SIENDO
AGREDIDOS.
NUESTRO RESPETO Y ADMIRACIÓN AL EZLN EN SUS 40 AÑOS DE CONSTRUCCIÓN DE OTROS MUNDOS POSIBLES.
POR UNA AMÉRICA LATINA DONDE SE RESPETE LA LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS Y PODAMOS VIVIR EN PAZ EN ARMONÍA CON NUESTRA MADRE TIERRA.