Carta abierta para Temacapulín del Dr. Pedro Arrojo Agudo
Queridos amigos y amigas.
Desde la distancia que impone el océano, me dirijo una vez más a ustedes para manifestarles mi aliento y mi solidaridad para con su lucha frente a la sinrazón y la injusticia que supone la presa El Zapotillo y el Trasvase del Río Verde a León Guanajuato.
En una verdadera democracia, ser minoría no puede ser un delito… Inundar un pueblo, como Temaca, supone un atropello a derechos básicos e incluso a derechos humanos de los afectados, que no se puede justificar alegando el interés de pretendidas mayorías allá en León Guanajuato. Y menos cuando ese pretendido interés general acaba siendo, en lo esencial, el interés de los más ricos y poderosos.
Pero más allá de la injusticia y de la inmoralidad que supone la presa El Zapotillo, es un error que Jalisco en su conjunto, y muy particularmente los Altos de Jalisco, lamentarán, pues la presa no es sino la pieza base del trasvase del Río Verde a León Guanajuato. Considerar que los Altos de Jalisco son un territorio excedentario en agua es una barbaridad tan inaceptable como incomprensible resulta la mansedumbre de sus habitantes frente a esta agresión.
Los cálculos de disponibilidad de caudales a almacenar en El Zapotillo para, en lo fundamental, alimentar los negocios de hacendados e industriales en León Guanajuato, han sido sobreestimados, especialmente si se tienen en cuenta las perspectivas del cambio climático en curso.
Pero lo que debería ser analizado con más atención es la vulnerabilidad en que queda ese extenso y rico tejido de producción ganadera que vertebra la vida de los Altos. Un tejido de producción alimentaria esencial para Jalisco que se sustenta sobre un acuífero que también alimenta ese Rio Verde que se pretende trasvasar. En años de sequía, que serán en el futuro más frecuentes y duros que en el pasado, la prioridad legal de los “usos urbanos” en León Guanajuato, sobre los derechos ganaderos en los Altos, llevará a favorecer que los caudales bajen hasta El Zapotillo, la “caja de caudales” del trasvase. Y para ello se castigará la construcción de bordos y se restringirá la captación de aguas subterráneas, bajo el argumento de evitar la “sobreexplotación” y preservar la “sostenibilidad” del acuífero…
Si aún hay alma social, solidaria y ética en Jalisco, además de coraje y dignidad, espero que la ciudadanía alce su voz frente a la presa El Zapotillo y el trasvase a León Guanajuato, antes de que sea demasiado tarde.
Un fraternal saludo desde España.
Pedro Arrojo Agudo.
Profesor Emérito del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
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