Por Romina Martínez Velarde/IMDEC

Foto: Zulma Toro (Colombia)
Los pasados días 23, 24 y 25 de octubre de 2018, alrededor de 35 personas provenientes de diferentes países de la región latinoamericana -Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, Costa Rica, México, Cuba y Colombia- participamos en el XXV Encuentro de Creatividad y Educación Política 2018, llevado a cabo en Santiago Sacatepéquez, Guatemala.
Con el Encuentro de Creatividad cerramos el ciclo de la Escuela Mesoamericana en Movimiento 2018 de la Red Alforja, experiencia formativa de encuentro e intercambio de experiencias que, sin duda alguna, representa ya un parteaguas en nuestro quehacer sociopolítico cotidiano.
El tema central que nos convocó a este Encuentro de Creatividad fue la formación política en las acciones de lucha que realizamos desde las diferentes organizaciones y movimientos sociales; y, uno de los objetivos principales fue promover el intercambio y la construcción colectiva de propuestas político-metodológicas por grupos temáticos: territorios, derechos sociales, construcción de poder y comunicación.
Este espacio de encuentro e intercambio de experiencias nos permitió profundizar en los retos para la formación política y en particular en los aprendizajes y desafíos para las y los educadores populares en este contexto complejo que se enmarca en la trenza de las opresiones: un sistema capitalista, colonialista y patriarcal. También pudimos reflexionar sobre la importancia de la comunicación política desde nuestras luchas y conocimos más sobre las realidades actuales de dos países hermanos: Cuba y Colombia.
Participar en este ciclo de la Escuela Mesoamericana, y en particular en el Encuentro de Creatividad, es una de esas oportunidades por las que se puede estar agradecida con la vida. Además de poder conocer a personas maravillosas, con trayectorias de vida y de lucha inspiradoras, este espacio de formación política posibilita el encuentro y el intercambio desde una dimensión más humana, entre compañeras y compañeros de lucha que se convierten casi en familia: desde el respeto a las divergencias, privilegiando el diálogo y construyendo de manera colectiva a partir de lo que nos une.
Esta experiencia nos deja también reflexionando sobre la importancia del autocuidado, de la búsqueda del equilibrio entre nuestras vidas familiares, nuestras diversas relaciones afectivas y nuestro accionar político. Nos hace además reafirmar la necesidad, más urgente que nunca, de seguir tejiendo redes, construir en colectivo y articular nuestros esfuerzos cotidianos. Sólo unidas y unidos lograremos seguir agrietando el muro.
En el caminar de este ciclo perdimos físicamente a nuestra querida compañera María Cabnal, pero ganamos su presencia inmaterial a través de la memoria de sus palabras claras, del recuerdo de su sonrisa honesta, de su ejemplo de vida y de lucha que germina ahora en su hija y sus hijos.
Por María, y por cada una y uno de los compañeros y compañeras que ya no están, es que ofrecemos nuestras luchas cotidianas. Sus historias de compromiso y sus búsquedas de congruencia nos inspiran, e iluminan nuestros procesos con esperanza. Sabemos que el panorama muchas veces puede parecer desalentador y que nuestras utopías parecen a veces alejarse con cada paso que damos, pero el sabernos acompañadas y acompañados en este caminar de largo aliento es un bálsamo que nos llena de sentido y que hace este camino mucho más alegre y placentero.

(Foto: Romina Martínez)

(Foto: Romina Martínez)